la palabra de la cruz

El mensaje de la cruz

La cruz puede simbolizar muchas cosas en nuestros tiempos, pero cuando alguien ve o piensa en la cruz, seguramente vendrá a su mente una imagen, Jesús. Siendo la cruz el símbolo cristiano más famoso, muy pocas personas se detienen a pensar lo que realmente puede significar o representar.

A algunas personas les puede crear sentimientos de devoción, a otros de respeto, o incluso algunos lo usan como amuleto. Mientras que para otras personas, la cruz puede que resulte ser ofensiva o incluso una locura. ¿Qué representa para ti la cruz?.

El apóstol Pablo dijo algo a los corintios que me gustaría que leyeras:

“Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.

1 Corintios 1:17-18

Para Pablo, era importante una cosa: no hacer vana la cruz de Cristo, es decir, lo que significa, y por otro lado destacar que para muchas personas, en especial, los que no quieren recibir el mensaje de salvación, esa palabra de la cruz, es una completa locura.

Pero, ¿cual es la palabra de la cruz?, ¿cual es el mensaje que Dios quiere trasmitir a la humanidad con la cruz?.

Ante ello, me gustaría compartir contigo, 3 cosas que según la Biblia, representa la cruz:

1. La cruz representa nuestra reconciliación con Dios

“y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”.

Colosenses 1:20

La cruz es para el mundo una ofensa, porque confronta a los hombres que deben abandonar su vida de pecado y les muestra cuánto le han fallado a Dios. La cruz nos muestra lo que Dios tuvo que hacer para poder regalarnos la salvación y abrirnos un nuevo camino hacia Él.

Dios envió a su único Hijo, para entregarse a sí mismo y morir en nuestro lugar y pagar el precio de nuestro pecado, en la cruz. Así que ese lugar, es la evidencia de nuestra reconciliación con Dios. Es el lugar donde Jesús dijo, hecho está.

¿Hecho está qué?. En la cruz, se habia consumado o completado todo lo que debia cumplirse para que Dios reconciliara al mundo. En la cruz, Jesús había cumplido toda la voluntad de Dios a la perfección.

Jesús no dejó, ni un solo margen de responsabilidad a nuestra cuenta para ser reconciliados con Dios, porque Él sabía que nosotros podíamos fallar y no se equivocó. Él prefirió hacerlo todo, para que nuestra reconciliación fuera perfecta.

Déjame decirte que Jesús es extraordinario. Él dijo,

“Nadie me quita la vida, sino que la doy libremente. Tengo el derecho de darla y de recibirla de nuevo. Eso es lo que me ordenó mi Padre”.

Juan 10:18

Él mismo dijo, que Él es la vida. Así que nadie puede quitarle la vida. Pero ¿y en la cruz?. Él mismo entregó la vida. Siempre estuvo en control y nadie se la quitó, ni siquiera el mismo sufrimiento, sinó que murió cuando Él lo dijo.

“Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró”.

Lucas 23:46

Ya se había completado todo, se había cumplido todo lo que debía cumplirse, ya no había más razón de que Él siguiera allí. Había derramado toda su sangre en sacrificio por el pecado, esa sangre que nos limpia y nos reconcilia con Dios.

2. La cruz representa nuestra renuncia al mundo

“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”.

Gálatas 6:14

¿Haz ido contra la corriente de un río?, sea nadando o remando, ir contra la corriente no es fácil. Para aquellos que hemos abrazado el camino de la salvación, tampoco es fácil ser la diferencia en donde quiera que estemos, pero ser diferentes para nosotros es también nuestro orgullo.

Y somos diferentes porque hemos renunciado a vivir como nos lo dice el mundo, el internet o las personas. Somos diferentes porque vivimos como Dios nos dice que debemos vivir. Actuamos y hablamos según su voluntad y su voluntad se expresa en su Palabra.

La cruz es ofensiva porque demanda, no sugiere, demanda un nuevo estilo de vida. El pecado es una enfermedad en el corazón humano, afecta la mente, la voluntad y las emociones

Billy Graham

El único lugar en el mundo donde puedes encontrar que puedes nacer de nuevo, es en la Biblia. Es Dios quien lo hace, el que nos convierte en una nueva creación.

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación”. 

2 Corintios 2:17-18

Borrón y cuenta nueva. Eso es lo que obtienes de Dios, después de ser reconciliados con Él.

Así que sólo Dios, te da la oportunidad de comenzar de nuevo. En la cruz, está ese comienzo. Morimos al mundo, a su modo de pensar, de vivir y de actuar. Nos consideramos crucificados al mundo, porque decidimos vivir ahora como a Dios le agrada.

3. La cruz representa nuestro compromiso de seguir a Jesús

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.

Galatas 2:20

La palabra que Dios nos habla por medio de la cruz, no sólo nos muestra nuestra reconciliación con Dios y nuestra muerte al mundo, sino nuestro compromiso de vivir para Dios como Él lo demanda.

Ésto a muchos no les gusta, no les gusta el compromiso y les parece una carga muy pesada. Lamentablemente no todos están dispuestos a vivir de acuerdo a los estándares de Dios y creen que es mucho sacrificio para ellos, lo cual es irónico porque el máximo sacrificio lo hizo Jesús por nosotros.

A muchos cristianos modernos, les gustan las palabras de motivación, y los chistes que se dicen en las prédicas, pero cuando se trata de renunciar al mundo, lo pasan por alto, pasan la página. Les parece exagerado y poco actualizado.

Algunos tildan la Biblia como obsoleta, porque “no se adapta a los tiempos modernos”. Otros les gusta vivir y exhibirse como a ellos les da la gana de vivir y siguen la mentalidad que se les enseña en las redes sociales o en la televisión.

Como cristianos e hijos de Dios, vivir para Dios no resulta una pesada carga, sino un placer y vemos sus beneficios a diario.

Obedecemos a Dios porque reconocemos lo que Él hizo por nosotros. Le amamos, porque Él nos amó primero. Le seguimos, porque Él nos llamó y reconocimos su voz.

Por eso Pablo, exclama que él también está crucificado con Cristo. No por un momento, no una semana, no cada domingo, sino todo el tiempo. Así que a Pablo no lo guiaron sus emociones, sino su convicción en Jesús.

Así también nosotros debemos vivir para Jesús. Debemos poner nuestra fe en que su sacrificio por nosotros está completo y confiar plenamente en el perdón y la salvación que ganó para nosotros. Debemos estar concientes de por qué Jesús murió en la cruz, porque nos amó y se entregó a si mismo.

La cruz representa nuestro compromiso de vivir para Dios porque reconocemos lo que Él hizo por nosotros y sólo aquellos que siguen a Jesús, están dispuestos a asumirlo.

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”.

Mateo 16:24

La locura de la cruz para el mundo

Algunas personas pueden decir, ¿por qué Dios tuvo que hacer tal cosa?, ¿por qué simplemente no trató de convencer a las personas que lo conocieran y se acercaran más a Él?, ¿no es más fácil así?. Pues no.

Dios quizo reconciliar al mundo, enseñándonos el camino y tratar de llevarnos a la razón. Pero la razón no es suficiente para convencer a una persona para apartarse del mal camino.

Muchas veces en la Biblia, vemos cómo Dios hablaba a la humanidad, creando leyes, mandamientos, exhortando a los hombres a que se volvieran de su mal camino, pero lamentablemente los hombres con sólo la razón y las palabras no cambian. La humanidad necesitaba un cambio más profundo, un cambio desde su interior.

La Biblia dice:

“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios”.

1 Corintios 1:21- 24

Existen 2 cosas por las que el mundo pide para convencerse de Dios:

  • El poder: La manifestación de señales sobrenaturales que demuestren que Dios existe.
  • La lógica: La sabiduría de este mundo, la explicación del ¿porque? nos suceden las cosas. El mundo busca la respuesta de las preguntas: ¿por qué?, ¿cómo?, ¿cuando?, ¿qué?

Dios nos muestra su poder desde la antigüedad y dejó evidencia de ello. Desde toda la creación hasta todas las señales y maravillas descritas en la Biblia de sus hechos con Israel. Nada sucedió por casualidad. Todo fue hecho para dar testimonio de su poder.

La Biblia dice que “el mundo no conoció a Dios”, mediante la sabiduría. La sabiduría de Dios es mucho más alta que éste mundo, y sin embargo para el mundo lo que viene de Dios es simplemente otra forma de pensar.

Así que Dios decidió manifestarse al mundo, ya no con la sabiduría, sino con la cruz.

“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos”.

1 Corintios 1:18-19

La cruz representa una locura para las religiones del mundo. No hay ritos, ni tradiciones, ni normas, sólo es fe.

Es un tropiezo porque ellos prefieren poner su fe en que por medio de sus obras serán salvados. Una religión funciona sólo si sigues las reglas que te imponen. No tienes que creer, sólo seguir los pasos. Pero Dios no actúa así.

El sacrificio de Jesús en la cruz, expresa el amor de Dios, que va mas allá de todo entendimiento y que muchos no pueden entender.

Pero para nosotros, como cristianos, es nuestra gloria, es nuestra victoria sobre el pecado, es el lugar de la reconciliación, es el poder de Dios manifiesto a la humanidad, es el amor de Dios expresado en Jesús, y es una nueva oportunidad para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.

Te invito a recibir a Jesús en tu vida y tomar la decisión de comenzar de nuevo. ¿Te gustaría conocer más de Jesús? Entonces lee nuestro artículo: El plan de Dios para el mundo.

Si te ha gustado éste artículo, te invitamos a que lo compartas y continúes leyendo en nuestro blog de otros temas de interés.