A lo largo de los años, puedo decirte con certeza que, en una iglesia sólo existirán 2 tipos de jóvenes cristianos: Los que han nacido en un entorno familiar cristiano devoto, y los que vienen de una familia no cristiana pero tuvieron la oportunidad de recibir a Cristo y tomar el camino de la Salvación.
Aunque ambos son jóvenes, son cristianos y son hijos de Dios, tienen una idea muy diferente del mundo que los rodea, así como experiencias diferentes de la vida y de esa diferencia vamos a tocar varios puntos importantes.
- ¿Para quién va dirigido el artículo?
- ¿Cuál es la razón para dedicar un artículo sólo a éstos jóvenes?
- Yo también provengo de un hogar cristiano: Mi experiencia
- Hablemos claro
- Tú no eres salvo sólo por provenir de una familia cristiana
- La diferencia entre tu pasado y el de otros
- No eres inmune al pecado
- Ser un joven nacido en familia cristiana no te hace más que los demás
- Cuídate del Ateísmo
- Cuídate de la curiosidad
- No mires a los lados
- Persevera en el Señor
¿Para quién va dirigido el artículo?
Éste artículo va dirigido a los jóvenes que han nacido y provienen de un hogar cristiano, es decir, sus padres y sus hermanos son cristianos y están activos en la iglesia.
Puede que seas, un o una joven cuyos padres sean ministros o pastores en una congregación, o puede que seas un o una joven cuya familia vaya regularmente a la iglesia y tú hayas nacido en ese ambiente. Así que si eres uno de ellos, éste artículo es para ti.
¿Cuál es la razón para dedicar un artículo sólo a éstos jóvenes?
La razón por la cual, me gustaría abordar algunos puntos importantes aquí, es porque de éstas cosas muy poco o nada se habla en la iglesia hoy. A los jóvenes o niños nacidos en familias cristianas se les subestima demasiado.
Las personas (en una iglesia) llegan a creer, que por provenir de un hogar cristiano, ya te hace inmune a muchas malas experiencias que existen en el mundo y al pecado.
Incluso, algunos hasta afirman que eres cristiano o salvo, sólo porque te levantastes en una iglesia y tus padres también lo son, algo así como por herencia.
Si bien es cierto que existen muchas ventajas de nacer en un hogar cristiano, también existen algunos problemas que eso acarrea y que hoy, nadie le enseña a éstos jóvenes cristianos de los peligros de los cuales se deben guardar o enfrentar.
Las experiencias de vida que tiene un joven proveniente de una familia cristiana devota, nunca será la misma de aquellos que no la tuvieron.
De hecho, puedo decirte que los testimonios y las experiencias que comparten las personas que conocieron a Cristo ya grandes, nos sorprende en gran medida, porque vemos todo lo que han tenido que pasar para al final, conocer al Señor.
Incluso, la vida espiritual que puede experimentar una persona que proviene de un hogar cristiano y su percepción de lo que es Dios para él o ella, es muy diferente al de una persona que se convirtió al evangelio ya siendo grande.
Por esa razón, es necesario hablarle a éstos jóvenes. Es necesario decirles algunas verdades que ellos ya conocen, porque conocen las Escrituras, y es necesario prevenirles de los problemas y los pecados del mundo de los cuales se deben guardar.
Yo también provengo de un hogar cristiano: Mi experiencia
Yo, en particular, provengo de una familia cristiana. Mis padres y mis hermanos, así como mis cuñados y sobrinos, son cristianos.
Desde que tengo consciencia fui criado en los caminos del Señor, así que para mi ver que mis padres oraran, o que mi mamá me hablara de los consejos del libro de los Proverbios, o cantaran alabanzas era totalmente normal.
Estar en la iglesia y compartir con otros niños y/o jóvenes cristianos era absolutamente normal para mi. Aunque también, siendo ya adolescente, podía darme cuenta que existía alguna que otra diferencia en cuanto a conocer ciertas cosas del mundo.
No es que vivía aislado del mundo, pero no era normal para mi oir música secular y menos aprenderme sus letras. Me gustaba la música cristiana y podíamos decir que era “fan” de los cantantes cristianos de moda de esa época.
Para mi, el provenir de un hogar cristiano, marcó una profunda diferencia en el modo de pensar, de vivir y de percibir el mundo, comparado al resto de mis amigos y compañeros de escuela.
En mi caso, no digo que sea así para todos, me gustaba leer la Biblia y leer las historias descritas en el Antiguo Testamento.
Pasaba horas leyendo los libros de Samuel, los Reyes, Rut, Crónicas entre otros. Los leía una y otra vez porque me gustaban, era como leer un cuento, pero a su vez sabía que eran reales.
Como un hijo nacido en una familia cristiana, no podía entender algunas cosas que sucedían a mi alrededor, porque no las experimentaba en mi hogar. A veces, veía con horror como para otros la borrachera y los pleitos eran normales.
Te cuento ésto, como un pequeño resumen, aunque falta mucho que contar, porque aunque a una persona le parecería maravilloso todo lo que te he contado, existen algunas cosas que nadie me dijo, a las que uno tendría que algún día enfrentarse.
La costumbre, a ciertas cosas, pueden llegar a convertirse en un problema. Por esa razón, puedo hablar con propiedad de las cosas que sólo aquellos que han nacido en un hogar cristiano pueden entender.
Hablemos claro
Si has llegado a éste punto, es hora de que hablemos claro. Si aún no has tenido un problema en tus pensamientos con respecto al pecado, la salvación, Dios, o la confusión, te felicito.
Pero te pido que sigas leyendo, porque éstos puntos que voy a tratar aquí te van a ayudar y/o aclarar algunas cosas que no te han dicho o que tarde o temprano te vas a tener que enfrentar. Comencemos.
Tú no eres salvo sólo por provenir de una familia cristiana
Permíteme ser muy claro en éste punto: tú nunca serás salvo porque provengas o no de una familia cristiana.
La salvación no se traspasa por herencia, ni por tu sangre, ni porque tus padres sean pastores o sirvan en algún ministerio, ni por costumbres o porque te sepas la mitad de la Biblia de memoria.
La Palabra de Dios no puede ser más clara cuando dice:
“porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”.
Romanos 10:13
Sólo aquellos que buscan al Señor de corazón, y creen en lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz, son salvos. Vivimos y le obedecemos, porque sabemos que eso es lo correcto. Le amamos porque Él nos amó primero.
Trájicamente, algunos se confían. Malinterpretan la Escritura cuando Pablo le dijo al carcelero:
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Hechos 16:31
Si bien es cierto que al abrir la puerta de nuestra casa al Señor es un comienzo, la salvación no deja de ser personal.
Así que tus padres podrán ser los pastores más activos, o toda tu familia podrá tener linajes de misioneros y evangelistas, pero eso no te va a hacer salvo a ti.
Tú te salvas si crees en el Señor Jesús y si esa decisión no la has tomado, nunca es tarde para que lo hagas.
Para muchos jóvenes nacidos en hogares cristianos, eso le resulta un conflicto porque en su interior dicen: pero eso ya lo sé. Como te dije saber no te hace salvo. Debes tomar la decisión por Cristo.
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.
Romanos 10:9-10
Debes decirlo y debes hacerlo público, de que tu vida le pertenece al Señor. Sólo así existirá el compromiso.
Cuando un hombre se casa, le preguntan si quiere tomar a esa mujer por esposa, y esperan su respuesta. Nadie dice: “Bueno sabemos que se quieren, y usted sabe que la quiere, así que eso es suficiente”. No!, necesitan la respuesta, un Si o un No.
Aquí es lo mismo. Debes recibir a Cristo en tu vida como todos los demás y algún día bautizarte como señal de tu conversión.
La diferencia entre tu pasado y el de otros
Yo siempre tuve un problema con respecto al llamado “pasado“. En las iglesias se suele llamar pasado, a todas las experiencias que has vivido en la vida antes de entregar tu vida a Cristo. Pero para un jóven proveniente de una familia cristiana, no conoce mucho de eso.
Yo entregué mi vida a Cristo cuando tenía 9 años. En esa época, como ahora, se oye a las personas decir, yo era drogadicto, yo era alcohólico, yo hacia ésto o aquello de lo que se arrepentían. Cuando comparaba lo que ellos habían hecho, conmigo, podía ver una diferencia muy grande.
No había pasado. Con ésto no quiero decir, que no hubiera cometido pecados, pero al compararlos en mi mente parecía que los míos eran insignificantes comparado a los de ellos.
Otro punto que debes saber es el siguiente: Tus experiencias en la vida, siempre serán diferentes a la de los demás.
Puede que no hayas pasado por experiencias cercanas a la muerte, o trágicas como una violación o peores. Puede ser que en la vida nunca vayas a experimentar el alcohol y las drogas, o que vivas desenfrenadamente en el pecado.
Los testimonios nos enseñan a ser agradecidos con el Señor de guardarnos de tales experiencias y de aprender a amar a los demás, que buscan lo mismo que todos, una vida en abundancia.
Así que no te mortifiques por “el pasado”, porque igual el pasado lo debemos olvidar. Si no has vivido tales experiencias, tampoco las busques. Ocúpate más bien de tu presente y tu futuro, que son más importantes.
Pero eso no quiere decir, que no tengas que buscar a Dios y arrepentirte. De hecho, tales experiencias lo que hacen es enseñarnos cómo Dios actúa para que las personas que no le conocen tengan un encuentro con Él.
No eres inmune al pecado
Permíteme decirte algo que debes tomar en cuenta:
El que hayas nacido en un hogar cristiano, no te hace inmune al pecado, a las debilidades y a las tentaciones. De hecho si lo buscas, lo encuentras. El pecado siempre está a la puerta, y las oportunidades de apartarte del camino de Dios están por todos lados.
Satanás nunca descansará hasta lograr lo que quiere, apartarte del Señor.
Satanás buscará que experimentes cosas nuevas, desconocidas para ti y que atraigan tu atención y curiosidad.
Te hará sentir como un tonto frente a los demás, por no hacer o imitar lo que hacen y usará esa clase de emociones y pensamientos, las mal llamadas “amistades”, para provocar en ti el deseo de ser menos como en la iglesia dicen y más como el mundo dice.
Te hará pensar que en la iglesia hay muchas reglas y que son anticuadas. Te hará creer que algunas cosas que el mundo moderno defiende tienen más sentido de como Dios lo dice.
Algo como, “Dios es amor y no importa cómo el amor se exprese, allí está Dios“, o “las personas que no son cristianas son más confiables y abiertas que quienes lo son“, son argumentos que parecieran tener sentido pero en el trasfondo lo que buscan es justificar la fornicación, el homosexualismo, entre otras cosas que Dios desaprueba.
No eres inmune a caer en ninguna de las cosas que el mundo ofrece, de hecho, puede ser que si caes en alguno de esas cosas, seas incluso peor que aquellos que nunca han conocido el evangelio. La razón es que pareciera que aquellos que tienen conocimiento de la Palabra, se cierran más a volver a seguir al Señor, aún sabiendo que lo que hacen Dios no lo aprueba.
Fíjate cómo Pablo lo expresa, para que no seamos como tales personas:
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
Romanos 1:28-31
Usa lo que has aprendido, y ha pesar de lo que puedas llegar a ver u oir que en el mundo se hace, no lo imites, sino filtralo en la Palabra de Dios y quédate con lo que Dios dice que es aprobado y guárdate de lo que Dios dice que debes guardarte.
No tienes que entenderlo en el momento, sólo obedece a Dios y lo entenderás después. Siempre los beneficios de obedecer a Dios vienen después, nunca antes.
Ser un joven nacido en familia cristiana no te hace más que los demás
Si existe algo que molesta un poco, es la increíble importancia o atención que le dan a los hijos de los pastores. Eso lamentablemente, es inevitable porque los pastores no dejan de ser el centro de atención por ser los ministros de la iglesia y sus hijos deben cargar con un doble peso: ser ejemplo en la congregación y ver a sus padres como los líderes espirituales.
Sin embargo, sin necesidad de tener padres en ministerios, algunos jóvenes o niños “cristianos”, no son empáticos con aquellos que no han tenido las ventajas que ellos si han disfrutado.
Como dije, crecer en una familia cristiana tiene sus ventajas, siempre y cuando esa familia sea equilibrada. Evitas muchas malas experiencias y si sigues el camino del Señor tendrás una mentalidad muy diferente a los demás.
Si provienes de un hogar cristiano, debes saber que no eres más ni menos importante que los demás. Debes estar centrado en que tú, como todos nosotros, somos hijos de Dios. Por esa razón, TODOS NACEMOS DE NUEVO.
Cuídate del Ateísmo
Pareciera increíble ¿verdad?, provienes de un hogar cristiano y luego ¿no crees en Dios?. Bueno, es aquí donde la cosa se pone interesante.
¿Sabías que muchos judíos son ateos?. Y tú te preguntarás: ¿Cómo puede ser posible?, ¿No leen la Biblia?. Pues si, ellos la conocen, pero no creen una sóla palabra de allí, creen que es puro cuento o mitos.
En mis años en la universidad, tuve mucho conflicto con respecto a la idea de la existencia de Dios. Existían muchos argumentos que me llenaron la mente de confusión y esa confusión duró años, de modo tal, que hasta orar se me hacía dificil porque pensaba que estaba diciendo palabras al aire.
Dentro de mi había un conflicto muy grande. Yo conocía las Escrituras, pero por otro lado estaba la filosofía y las corrientes de pensamiento que me habían enseñado (porque tenía que verlas), que hicieron estragos a mi mente.
Como joven cristiano, tarde o temprano, llegará el momento que tendrás que plantearte si lo que te enseñaron desde pequeño no es pura mentira o cuento.
Es importante que entiendas que el diablo lleva siglos de práctica engañando y es un maestro de la mentira. Te va a tratar de confundir haciéndote creer que todo lo que sabes es una simple fábula. Satanás necesita quitarte eso para continuar con su plan de destruirte.
El ateísmo, no es más que el resultado de una persona que está enojada con Dios por algo o que desea justificar vivir en su pecado, y para ello prefiere negar a Dios.
Para ello se inventan muchísimos argumentos muy buenos, algunos que tienden a confundir y te hacen pensar. La finalidad es hacerte dudar. Luego de que te convencen de que no hay Dios, te dejan a tu suerte. ¿Ves alguna ventaja en eso?
Cuídate del ateísmo, no estás excento de ser confundido. Si tienes preguntas, busca maestros en la Palabra de Dios que te enseñen las respuestas y no llenes esos huecos de dudas con filosofías del mundo, porque tarde o temprano te van a arrastrar allá.
Cuídate de la curiosidad
La curiosidad no es mala, si se usa adecuadamente, para responder a las preguntas que tienes, de buenas fuentes, pero si buscas responder esas preguntas de malas fuentes o malas amistades, éstas te van a arrastrar al pecado.
Si quieres saber cual es el mayor mal que golpea a todas las personas que han nacido en un hogar cristiano es, la curiosidad.
La curiosidad, es la herramienta que utiliza el enemigo para atraerte a su lado y sacarte de tu lugar seguro.
Como dije, un joven cristiano que proviene de una familia cristiana, no conoce el mundo como los demás. Sus experiencias son distintas y lo que ve y se le enseña en el hogar es muy diferente. Éste debe enfrentarse todos los días a un mundo acostumbrado al pecado y cuyos hijos vienen con el mismo mal y costumbres.
Así que para un joven cristiano, que no conoce lo que es el licor, le llamará la atención lo que experimentan los demás al beberlo. Otros tendrán curiosidad acerca del sexo, mientras que otros tendrán deseos de saber lo que se siente ir a discotecas, vivir como los demás y experimentar lo que hacen los que no conocen al Señor.
La vida fuera de la iglesia, o de un entorno cristiano es muy diferente y un joven que siempre ha vivido en un hogar cristiano a veces tendrá curiosidad de saber cómo sería si hiciera algo nuevo como los demás.
Como joven, es natural que tengas deseos de ser parte de un grupo y eso no es malo. Pero debes saber elegir la clase de grupo.
Déjame decirte algo que estoy seguro que ya sabes: Nunca serás como los demás. Siempre serás diferente, y eso es algo bueno.
Ser diferente te da la capacidad de no ir con la corriente en que van todos y saber decir NO.
Cuando yo era joven, deseaba ser parte de varios grupos de amigos en la escuela e incluso en la universidad, pero siempre me conseguía con algo: ellos hacian cosas que yo no hacía, y ellos pensaban cosas que yo por mi formación desaprobaba.
No quiere decir que todos deben pensar como tú, lo que quiero decir, es que debes saber elegir a las personas que te rodean. Personas de buenas costumbres, que te llenen de buenos valores y a los cuales tu también les puedas aportar algo bueno.
Yo particularmente tengo muy buenos amigos que no son cristianos, y son maravillosas personas, por quienes también oro para que algún día reciban a Cristo.
Pero tratar de permanecer en un grupo de amigos, que no te da buenos valores, lo que puede resultar es que te arrastren a su mismo desenfreno y cedas a sus demandas.
Que no te consigas a ti mismo, haciendo malabarismos en una cuerda floja, porque hay muchas probabilidades de que caigas al abismo.
De esos grupos es lo que habla Proverbios 1, que te incitan a hacer cosas que van en contra de lo que Dios dice y si caes, es porque te dió curiosidad lo que ellos te proponían hacer.
No mires a los lados
Si te das cuenta, en las historias de Israel del Antiguo Testamento, siempre conseguirás que Dios le decía a su pueblo que no se juntaran con otras naciones porque éstas los podrían hacer caer en sus costumbres e idolatría.
Lo mismo sucede con nosotros. Al igual que en Israel, hemos nacido en un hogar donde Dios está presente y su Palabra es ley. Debemos seguir esas recomendaciones. No busques imitar lo que otros hacen, en especial los que no temen a Dios.
Es natural, tener amigos no cristianos y buscar compartir con ellos. Pero usa la sabiduría y di no cuando tengas que decirlo.
Un buen amigo, respetará tus decisiones y tu deseo de obedecer a Dios, pero debes alejarte de aquellos que no las respetan.
Así mismo, al buscar pareja, la Biblia es muy clara cuando nos dice:
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?”.
2 Corintios 6:14
Por supuesto, que existen excepciones, de experiencias que otros han tenido donde sus pretendientes recibieron al Señor en el proceso. Aunque son bonitas historias, no son la regla.
Existen otras lamentables historias de personas que se casaron con esas esperanzas y al final terminaron en divorcio o peor aún, apartándose ellas también del Señor.
Así que, es mucho mejor si buscas a alguien que como tú, ama al Señor y te respeta lo suficiente para apoyarte.
Persevera en el Señor
Por último, por ahora, me gustaría motivarte a que sigas firme en el Señor. Como dice la Palabra:
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”.
1 Corintios 10:12
He visto como lamentablemente, muchos hijos de pastores terminan abandonando el evangelio, incluso por más que se les hable, y ellos “sepan” del Señor, pareciera que no los puedes convencer de volver. ¿Cuál es el motivo?, la costumbre.
Cuando una persona vive toda su vida en el evangelio, es decir, como cristiano, para esa persona resulta natural muchas cosas: orar, leer la Biblia, ayunar, alabar a Dios, ir a la Iglesia.
Pero cuando esas cosas comienzan a convertirse en una costumbre, más que en una acción por fe, entonces todo lo que haces deja de cobrar sentido. Por esa razón, es tan común ver en las iglesias a nivel mundial, un cristianismo tan superficial, porque todo lo que se hace no va acompañado de fe sino sólo de obras.
Es el mismo problema que tuvieron los hijos de Israel, ellos tropezaron queriendo cumplir la ley y la Biblia dice:
“¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo”.
Romanos 9:32
Vivir haciendo obras sin fe, es decir, sin propósito ni convicción de lo que se hace, sino sólo por obras, hace que todo deje de tener sentido, y el mundo ofrece cosas más entretenidas para mantenerte distraido.
Como hijo e hija de Dios, persevera hasta el fin. Puedo decirte por experiencia propia, que vale la pena vivir en el camino de Dios. Tiene enormes beneficios vivir para Él, y sabrás que nunca estarás sólo o sóla, simplemente porque Él dijo:
“he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
Mateo 28:20
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